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miércoles, 27 de febrero de 2013

TESTAMENTO APÓCRIFO

Señoras y señores. He muerto. No insistan con sus llantos y sus ruegos, donde quiebran rencores el oscuro resentimiento y sus secuaces famélicos de ira. Ya es tarde. No quiero preocuparlos. Pero no es posible el regreso. He muerto a las espaldas del silencio que supe sembrarles en la boca. No se disculpen, sé que han estado ocupados en ninguna cosa, pero en todo caso es en la propia nada, dónde mejor se vive. Yo estoy muerto, pero en buena forma, es decir, perdido en mi destino. No se lamenten…si yo lo hubiera adivinado, tal vez le hubiese sonreído o esas cosas que se piensan cuando ya no importa pensarlas. Tampoco dilapiden el tiempo conversando sobre la memoria de mis pasos. Es estéril. Ya no habrá pasos. Solo olvido. Un olvido al que ustedes, mis queridos, deben aferrarse, para alivio sacramental de culpas y dolores. Si alguno me amó, digo, no se rían, puede recordarme. Pero no lo aconsejo, de modo que no acepto reproches en la tumba estelar de mis vacíos. Si alguno me amó, sepa ahora resistir las tentaciones ostentosas del llanto. Soporte, solo, escondido. Humedezca en su cama solitaria. O márchese para siempre de mí, como yo lo hago ahora. Si alguno me amó, por favor, no rían más, lea de tanto en tanto las palabras que fragüé en la noche. Aborrézcalas después, si es su íntimo deseo. Señoras y señores. He muerto. Descansen en paz. Hugo Celati (2013) Fotografía: Hugo Celati (2006)

jueves, 1 de julio de 2010

CUANDO EL DOMINGO SANGRA DE SUS LUCES



Se desnacen los sueños.

Tuya es la palabra primera y última.

La sílaba parida desnuda

ensalivada

húmeda en el

surco tierra de tu

cuerpo indómito

lustral

habla del alba

grafía del conjuro

sangre del

fuego sudor de

rosas

piel y coral

destino

orfebre animal la

noche y la

mañana

conciencia líquida

inasible

depojada

Brutal el Amor es

un niño que le nace al Mundo!

Hugo Celati (2010) (Dibujo: G.De Chirico)

sábado, 8 de mayo de 2010


Solfea el llanto tras la
nota sangre de cuerdas y
de vientos.
Quién teme a la
canción
los vestidos desvisten sus
llanuras y
los mares se
refugian en el vaso.
En tu silueta se
yergue occidental diamante de
las horas,
derramado licor de las
heridas,
ocaso de días sin
morrales ni
junturas
atávico el
deseo se
pronuncia en el
nombre de la
sangre y es un
festín de bocas la
premura y el acoso
triunfal,
celebración frente al espejo
fragmentos las
piezas dispersas de
los cuerpos
contienen la suma de
todas las virtudes,
las dos especies sagradas,
el camino.
Vamos a busca nuestra
cintura
el territorio excesivo
la patria flagrante de los
goces el pórtico de
todas las venturas
la opacidad elegida entre
candiles
gemido del
viento
ventanas que
incendian sus canceles
luna en espesa sucesión de
haces
perros que aúllan bajo
embrujos ciertos la
cruz del sur embriaga
hasta hacernos mas
santos que los ángeles.
Hugo Celati (2010) (imagen: Salvador Dalí)

jueves, 29 de abril de 2010


Cuando su nombre en la
sombra,
en la orfandad que
fraguó las resonancias,
cuando el silencio sopló sobre sus
ojos la conciencia en la
celda en el
destierro el
ánima y la niña lloviendo
en los colores de una foto,
la cruz de la palabra,
la mirada dispersa sobre
el suelo, la herida en la esencia de
la letra
en el pulso
en la carpeta escolar
en el rodar por el mundo de
su pueblo
las ciudades invisibles de Calvino el
grito mudo
la ensoñada
el crepúsculo
la estatua
el vino en los frágiles vasos.
Cuando estuvo en la
tarima duplicada en la
flor de saberse y de vestirse
en la lucha
en la cuchara del pueblo
en la pequeña multitud inmensa
bendita negritud de
pies al suelo y marcha presurosa.
Cuando ella brotó ante
las miradas y el fuego
la moldeó sinuosa en
la hermosura de las
luces dolientes
solitarias
opacadas en
el rimel de una lágrima
Cuando se puso el sombrero y
contemplaba celestes
diáfanos los cielos en la
bruma
en el adiós
en la certeza de sangres y
hubo en los pies y
las manos y la boca
impulsos de siesta lujuriosa.
Cuando se tuvo en las
nueve lunas y en la
espera de nacerse y
en el germen primero.
Ya la amaba.
Cierto
irremediable
desbocado
desde siempre la amaba hasta el
dolor y su alegría contagiosa
hasta el goce de las
yuntas furibundas.
Yo la amaba.
Hasta el todo de
todo lo que existe,
hasta la risa,
hasta el llanto,
hasta la muerte

Hugo Celati (2010) (imagen: Gustav Klimt)

miércoles, 28 de abril de 2010

HERMOSA, LÁBIL, LABIO...


"...pienso, si, en el bruto libre
que goza donde quiere, donde puede....

César Vallejo

Hermosa lábil labio

otoño de tormenta en el

jardín que respira tras la reja.

Beso .Embrujo.

Indócil animal.

Seda en las manos que buscan la forma de

tu cuerpo.

Los extremos se prolongan en

los brazos.

Se estiran y ríe el sudor de

hembra

la humedad que

atesora las palabras,

el lápiz macho escribe en la

esmeralda abierta de tus

piernas mis piernas y el zumo dulce de las

bestias bellas

celestes ojos verdes y pupilas que

delatan la noche y penetran el silencio.

Dulce flor de pechos rosados se inflama en

el fuego de los vientos.

De cúbito el lecho

de pie junto a la silla cegada

de celos imposibles,

transcurre una pasión que se

desnuda en tu alcoba

en tus gemidos

en tu canto ancestral.

La pura ciencia del goce,

la sabia reflexión de no

saberse y un musitar insultos que

florecen en la piel como plegarias.

Hugo Celati (2010) (imagen:fotografia de Man Ray)

sábado, 24 de abril de 2010


¿Y si el lento transcurrir del
agua en el
silencio nocturno no
fuera otra cosa que el
desvelo de Dios
su líquida conciencia
aventurada
en nuestra vigilia?
Hugo Celati (2010) (Imagen: René Magritte)

lunes, 19 de abril de 2010


Como Aquella que fue
fragmentos de sueños
emboscados
desolaciòn abrigo de la muerte en
el silencio
hoy se yergue una grieta en la pròxima palabra
del olvido
y en la cripta
profanada
luces
se incendian sobre el polvo
los huesos
el adiòs
El habla pasa a dos voces
levantisca
audaz
Juana de Arco galopando
en la furia de estarse de regreso
y la belleza
aún duele
pero ahora
la lluvia se
armó en el horizonte
en los cielos, multitud de niños
dibujan su límpida rayuela
su paso de pie entre las estrellas
La sangre recobra el habla
banderas
auroras
mariposas proscriptas
le devuelven su Nombre.

Hugo Celati (2010) (imagen René Magritte)